En Citrus Gourmet somos agricultores y lo que mejor se nos da es el cultivo de frutas y hortalizas de calidad. Los años y la experiencia nos han hecho expertos en cítricos y la estrella de nuestra huerta es la naranja.

Como valencianos, mantenemos una relación con esta fruta que sobrepasa el cultivo y la comercialización. Por eso, que nadie espere en este artículo solo un listado de los beneficios para la salud. No en vano somos grandes amantes del sabor de la naranja y del calor, el sol, la tierra y el agua de la que es fruto.

 

Lo que ya sabes (y lo que puede que hayas olvidado) sobre los beneficios de la naranja

La Vitamina C y la naranja están asociadas de tal manera que no es posible separarlas. Nuestra mente está acostumbrada a esta referencia a pesar de que existen otras frutas que contienen incluso mayor cantidad de ella.

Pero ¿Cuándo fue este cítrico identificado como la panacea? Nos tenemos que remontar al siglo XVIII para entenderlo.

A bordo del barco de la marina inglesa HMS Salisbury viajaba James Lind como asistente del médico oficial. De primera mano pudo observar la enfermedad del escorbuto entre la tripulación. Los síntomas eran fatiga, sangrado de encías, dolor en las articulaciones, falta de aire, problemas de cicatrización y cardiovasculares. Decidió realizar un experimento: escogió a 12 enfermos y los dividió en 6 parejas. A cada cual les suministró diferentes remedios: sólo empezaron a mejorar aquellos a los que se les suministró 2 naranjas y un limón al día.

Pero no sería hasta 1928 cuando se identificó la vitamina C y se la relacionó con el remedio del escorbuto. La falta de esta vitamina en el cuerpo humano hace que el colágeno de nuestra piel empiece a deteriorarse rompiendo los tejidos.

Además de cuidar el colágeno, la vitamina C es estupenda para evitar la anemia. No se trata de que tenga la naranja un contenido alto en hierro. Lo que más hierro contiene es la morcilla de sangre de cerdo. Pero comer este suculento manjar no siempre garantiza que nuestro organismo aproveche todo el hierro que contiene. Sin embargo, el ácido ascórbico ayuda mucho a la absorción del hierro.

Quizá, lo que nutricionalmente no sea lo más indicado para la buena absorción del hierro sea el calcio, pero el aporte de este mineral en la la naranja sigue siendo equilibrado y beneficioso para el organismo.

 

Cómo ya hemos mencionado antes, la naranja contiene gran cantidad de vitamina C pero no es la que más. La aventajan frutas como la guayaba o el kiwi. Aún así, la naranja tiene otras propiedades que la convierten en un alimento muy completo.

Es el caso de la fibra. Un vaso de zumo de naranja por las mañanas contribuye no poco a prevenir el estreñimiento. Pero todavía mejor es consumir la pieza de fruta en sí misma. De esta manera aprovecharemos toda la fibra que contiene y nos beneficiaremos de sus propiedades laxantes. El mayor contenido en fibra a de la naranja se sitúa entre la corteza y la pulpa.

Al no ser digerida por el cuerpo, la fibra pasa por nuestro organismo y es evacuada en su totalidad. Esto tiene como efecto que la flora intestinal se equilibre.  

 

Para aquellos que practican deporte, no les será ajeno lo beneficioso que es el potasio para su rendimiento físico. Pues bien, la naranja es una fuente de este importante mineral.

El potasio hace posible la contracción del tejido muscular. La falta de potasio provoca los famosos calambres. Es gracias a él que el cerebro puede hacer llegar a los músculos los impulsos nerviosos. Para un deportista es imprescindible integrar un cítrico como la naranja en su dieta. Pero, al tratarse de un mineral tan importante es recomendable que todos nos concienciemos de ingerir regularmente cítricos (mejor si se trata de naranjas) para beneficiarnos de sus propiedades.

Siguiendo con el deporte, sabemos también que el azúcar es básico para el rendimiento, pero no para cualquier tipo de ejercicio. Aquí podemos afinar un poco más. Hablemos del índice glucémico. Este es un valor que representa el tiempo que tarda en aparecer el azúcar en forma de glucosa en la sangre para su metabolización. La naranja tiene un índice glucémico adecuado para fases de ejercicio no demasiado prolongadas en el tiempo.

Por supuesto aquí hablamos de una ingesta previa al ejercicio. Sin embargo, después del ejercicio, una naranja aporta rápidamente la energía necesaria para que el organismo y en particular los músculos se recuperen de forma rápida.

 

¿Qué aporta el buen agricultor a la calidad de la naranja?

En Citrus Gourmet conocemos nuestro oficio. La mano del agricultor debe aportar su experiencia en el cultivo, pero sobre todo saber aprovechar las condiciones que brinda el suelo valenciano y su clima.

El suelo necesario para un buen cultivo es permeable, poco calizo y húmedo.

El naranjo necesita temperaturas altas y nunca llegar a las heladas. No en vano es oriundo de regiones subtropicales.

Para la floración, el aporte de luz es imprescindible. Pero como es de sobra conocido, Valencia es una tierra bañada por la luz durante la mayor parte de año.

La poda de las ramas contribuye a que la luz llegue a toda la superficie y las malas hierbas no son un problema si se las controla de forma habitual.

Las condiciones para que la naranja llegue a tener la mejor calidad son óptimas. Tan sólo hay que añadir trabajo y amor por las cosas bien hechas amén de responsabilidad medioambiental.

Todo esto garantiza que cuando llega la caja de naranjas hasta la mesa de nuestros clientes, estos obtienen una fruta recién cogida del árbol y con todas las propiedades que la convierten en un alimento tan necesario como imprescindible.

Por su aporte de vitaminas y minerales, por su sabor y sus propiedades reconstituyentes, la naranja es la reina de las frutas. Refrescante y jugosa, dulce y aromática y además, muy nuestra. La naranja es todo un delirio mediterráneo.