Es la nuestra y además sabemos que no hay en el mercado ninguna naranja más jugosa y dulce que la naranja valenciana. ¿Es esto un exabrupto? ¿Una exageración? Desde luego suena a eso. Lógicamente es lo que se espera que afirme un agricultor valenciano (gremio al que pertenecemos con orgullo) pero si afinamos la mirada y nos atenemos a los hechos, seguramente tú también llegarás a la misma conclusión.

Te invitamos a que nos acompañes por un breve y esclarecedor recorrido por el mundo de las otras naranjas que dejará claro y cristalino cómo (atención, spoiler) poco tienen que hacer frente a nuestras naranjas, las naranjas valencianas. 

 

Naranjas de Sudáfrica vs naranjas valencianas

En general las naranjas importadas desde Sudáfrica tienen un aspecto similar a las valencianas. El cultivo y exportación de este cítrico en el país africano no dejan de aumentar y resulta ser una seria amenaza para nuestro mercado.

Pero todo es una cuestión de costes. En un primer momento el precio de la naranja sudafricana deslumbra al importador europeo.

En un segundo ciclo los agricultores españoles y de otros lugares de Europa ven que la calidad no es la misma y se sospecha de la posible existencia de competencia desleal.

En un tercer movimiento se va descubriendo poco a poco el pastel. Además de naranjas, importamos plagas, frutas con demasiados pesticidas o incluso sustancias prohibidas por la UE. No hablemos ya de la caída en picado de la sostenibilidad medioambiental o las implicaciones laborales en perjuicio de los temporeros sudafricanos.

Las principales plagas que podemos encontrar en la naranja sudafricana son las mismas que existen en la vega valenciana. Pero aquí la podemos controlar con los pesticidas aprobados por la UE. La diferencia es que para la exportación es necesario un tratamiento postcosecha distinto. Este tratamiento consiste en enfriamiento en cámaras. Esto supone una gran inversión que prefieren ahorrarse en el país surafricano tratando la fruta en su lugar con una exagerada cantidad de antifúngicos.   

La bajada de costes supone un arma muy potente a la hora de entrar en un mercado que peca a veces de poco cuidadoso con la calidad de los productos que en él se mueven.

 

 

Las plagas de las otras naranjas

No vamos a pormenorizarlas. Veamos tan sólo las más importantes para tener al menos unas nociones sobre el tema.

 

  1.     La mancha negra

Parece sacado de una novela de piratas, pero en realidad se trata del nombre por el que se conoce a la necrosis en cítricos provocada por hongos. Estos se propagan en lugares con veranos lluviosos. Más tarde siguen avanzando en zonas limítrofes con climas más áridos como los de la cuenca mediterránea.

Los síntomas son claramente apreciables por tratarse de lesiones de color negro sobre la piel del cítrico. Esto hace que el aspecto de la pieza no sea apto para su comercialización.

La mancha negra está ampliamente distribuida en los países con cultivos citrícolas de Sudamérica, como Brasil, Argentina y Uruguay. También se encuentra presente en Australia, China y en ciertos países de África como Uganda, Ghana y Sudáfrica entre otras.   

  1.     La cancrosis

 

También conocida como Cancro de los cítricos. La bacteria Xanthomonas Citri es la causante de esta enfermedad. Se propaga a través de material vegetal en descomposición y a corta distancia a través de gotas de agua de lluvia.

Cuando además existe presencia del temible minador o Phyllocnistis citrella, los daños ocasionados por la bacteria se multiplican exponencialmente. Las hojas del árbol se caen, el fruto se desprende de forma prematura y aparecen manchas en su superficie.  Los árboles pierden su vigor y el crecimiento se retrasa. Todo ello revierte en la mala calidad del fruto. 

 

  1.     Enverdecimiento o Citrus Greening

 

También se la ha conocido anteriormente como Dragón Amarillo. Esto esclarece que su origen no es sudafricano sino asiático. En cualquier caso, se trata de la enfermedad en cítricos más destructiva que existe a nivel mundial. Cuando el árbol está infectado, la enfermedad es difícilmente controlable e imposible de erradicar.

Los síntomas son la deformación del fruto y amargor de la carne.

 

El insecto llamado Psílido asiático es el que propaga la enfermedad por alimentarse de tallos y hojas del árbol. Como resultado, el fruto es imposible de comercializar y finalmente el árbol muere.

 

Los pesticidas de las naranjas no valencianas

 

La UE ha publicado en repetidas ocasiones listados de los pesticidas prohibidos y va actualizándolos a medida que avanza en la investigación. Aún así la autoridad competente no es siempre todo lo tajante que se desearía a la hora de controlar las toneladas de cítricos con demasiados pesticidas que entran en Europa procedentes de otras latitudes.

 

 En las naranjas sudafricanas se han encontrado sustancias como la Carbendazima cuyo uso se prohibió en Europa en 2016. También se encontró Propiconazol prohibido definitivamente en 2020.

 

En ciertas partidas importadas de la variedad Valencia Late se han detectado hasta 8 materias activas de pesticidas.

 

Desde Turquía se exportan a Europa ingentes toneladas de naranjas, pero en 2021 se rechazaron 57 lotes de cítricos por hallarse en ellos pesticidas prohibidos por la UE.

 

La naranja andaluza frente a la valenciana

La naranja de Andalucía está adquiriendo cada vez más y más calidad. Pero al final son el sistema de cultivo y el microclima valenciano, el suelo y el agua lo que hace a la naranja valenciana un producto de calidad excelente frente al resto.

Las formas de cultivo son esencialmente distintas en lo que se refiere al cuidado de los campos. En Andalucía se encuentran grandes extensiones de latifundios. Más fáciles de cuidar y con costes menores. En Valencia hallamos sobre todo minifundios donde cada agricultor lo hace a su manera como le enseñaron sus padres y sus abuelos. Quizá no es la forma más barata, pero si la que entraña más acariño por la fruta y eso siempre revierte en la calidad final.   

 

La conclusión es clara y universal: si se quiere obtener el mejor producto y, por qué no decirlo, la mejor naranja del mundo, esta debe cultivarse en un clima como el valenciano y a la manera de los agricultores valencianos.